La conectividad es hoy en día nuestro diferenciador generacional con respecto a generaciones pasadas, y esto es debido principalmente al auge tecnológico que han sufrido las comunicaciones; y que provocan la mayor globalización en la historia de la humanidad, una inmediatez en la respuesta que nunca antes se había dado y una velocidad de transmisión de información que a veces es abrumadora.
Se hace difícil pensar en una Smart City sin conectividad, y más con la irrupción de nuevas tecnologías de comunicación como son el 5G, las comunicaciones asociadas a la red celular, las comunicaciones Radiofrecuencia de última generación, el gran ancho de banda de la fibra óptica o el avance tan grande que ha desarrollado las conexiones WiFi. No debemos olvidar el IoT, que ya está revolucionando nuestra vida mediante la conectividad. Está claro que la red de alumbrado es el servicio ideal para comenzar a plantear la conectividad de una Ciudad Inteligente, y jugamos un papel preponderante porque la red de alumbrado abarca toda la ciudad, es repetitiva, y su altura de instalación te permite optimizar las comunicaciones e integrar sensorizaciones diversas. El Smart Lighting más que nunca dará paso a la Smart City.
Pero claro, tanta tecnología es abrumadora, y nuestros clientes nos preguntan muy a menudo, ¿cuál es la tecnología de comunicaciones idónea?, ¿cómo se debe empezar?, ¿cuándo deben comenzar? y ¿Cuál es la arquitectura ideal de una Smart City?
No existe una manera de conectividad mejor que otra en general, sino que existen muchas y en función de la aplicación, se necesitará una u otra. Muy probablemente la ciudad inteligente perfecta, disponga de múltiples tipos de comunicación, de múltiples verticales, de múltiples pasarelas de información y de una única plataforma horizontal sobre la que se integren todos sus verticales, desarrollada a medida para la propia ciudad, eso sí, todo ello mediante tecnología estandarizada, con soluciones abiertas e interoperables. La visión de una Smart City debe tener una plataforma horizontal de gestión global, y varias verticales de soluciones que lleguen a ellas cubriendo las necesidades de la ciudad, pero el orden en cual se debe realizar podría ser indiferente, siempre que toda la arquitectura se realice con soluciones abiertas y estandarizadas. Por lo tanto, una ciudad puede apostar por desarrollar verticales que cubran las necesidades de la ciudad en primera instancia y a posteriori aglutinarlas todas ellas hacia capas superiores, en una plataforma de gestión de la Smart City, creando sinergias entre todas ellas, o a la inversa, se puede definir primero dicho horizontal, para después salir de él con verticales que lleguen a cubrir dichas necesidades hacia capas inferiores.
El momento es ahora, la tecnología disponible hace que sea el momento idóneo. El inmovilismo hará de nuestra ciudad una ciudad retrasada en términos de conectividad, y la conectividad llama al negocio y a la prosperidad económica, las empresas y la industria, siempre elegirán ciudades conectadas. No nos deben asustar todas las posibilidades de conectividad disponibles hoy en día, la Smart City es una ciudad que pone toda su tecnología al servicio de los ciudadanos, y sin conectividad, esto no es posible. Hoy en día, gracias a la tecnología que poseemos, nos debemos sentir en la obligación de hacer de nuestras ciudades mejores lugares para vivir.
Miguel Ángel Ramos
Director Técnico de Schréder